martes, 29 de mayo de 2012

SOBRE EL DERRAME CEREBRAL

A raíz de un derrame cerebral, factores tan variados como la temperatura del cuerpo, el azúcar en la sangre y hasta la posición en la cama pueden afectar los resultados de los pacientes y los daños del ataque, esto según una nueva investigación del Loyola University Medical Center. En un artículo publicado en la revista Neurology MedLink, el autor principal del estudio, Flaster Murray (MD, PhD), y sus colegas explicar el resultado de sus investigaciones sobre el cuidado de pacientes con ictus isquémico, vale aclarar, que la mayoría de los accidentes cerebrovasculares son isquémicos, lo que significa que son causados ​​por coágulos de sangre. “El período inmediatamente posterior a un accidente cerebrovascular isquémico agudo es de riesgo significativo. La atención meticulosa del paciente durante este tiempo puede evitar una mayor lesión neurológica y minimizar las complicaciones comunes, optimizando las posibilidades de recuperación funcional.” La atención al ictus tiene dos objetivos principales, minimizar el daño al tejido cerebral y la prevención y el tratamiento de las complicaciones neurológicas que pueden ocurrir justo después de un accidente cerebrovascular. Los autores discuten los numerosos y complejos factores que afectan los resultados. Por ejemplo, existe una considerable evidencia de un vínculo entre la hiperglucemia (azúcar alta) y los malos resultados después de un derrame cerebral, por lo que los autores recomiendan el control estricto de la glucemia. Por cada °C de incremento en la temperatura corporal de los pacientes con ictus, el riesgo de muerte o discapacidad grave aumenta a más del doble. Por lo que la refrigeración terapéutica ha demostrado ayudar a los pacientes durante paros cardíacos, y ahora los ensayos clínicos están dando indicios de que tal enfriamiento también podría ayudar a pacientes con accidentes cerebrovasculares. La posición en la cama también es importante, ya que sentados en posición vertical disminuye el flujo sanguíneo en el cerebro. Una práctica común es mantener al paciente acostado durante 24 horas. Si un paciente tiene ortopnea (dificultad para respirar mientras se está acostado), la cabecera de la cama debe mantenerse a la elevación más baja que el paciente pueda tolerar. Los autores discuten muchos otros temas en la atención al ictus, incluyendo el manejo de la presión arterial, el volumen de sangre, la terapia con estatinas, tratamiento de las complicaciones como la neumonía y la sepsis, problemas cardíacos, coágulos de sangre, infecciones, desnutrición, edema cerebral, convulsiones, consecuencias recurrentes de un accidente cerebrovascular y hemorragias cerebrales. Fuente.http://www.techmez.com/ Leer más: http://www.techmez.com/#ixzz1wJbConYI

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